domingo, 9 de septiembre de 2012

El secreto que esconde una lágrima

Respira. Anhelante de un último beso. Conoce bien que ocurrirá a continuación.

Tiempo atrás se sintió perfecta. Un motivo y un por qué nuevo. Embriagados de olores, piel y un beso. Podría haber pasado sus días contemplando su sonrisa, compartiendo sus palabras y siendo acunada por sus ojos. Fue una razón nueva y sobrellevó así su soledad. No obstante el tiempo jamás se detuvo. Ella permaneció sentada sobre los segundos y espero. Y trajo consigo las dudas y las decepciones. Así fue como dejaron de necesitarse, desvelando la crónica de un final desesperado.

Ahora latió un corazón amoratado. Y sus labios percibieron de nuevo el sabor del dolor y el silencio. El tiempo sigue su curso. Su recuerdo, su tortura.

Una nueva lágrima cae hoy... y tiñó su nombre.

domingo, 19 de agosto de 2012

Llevo tu corazón conmigo

Llevo tu corazón conmigo (lo llevo en mi corazón) 
nunca estoy sin él (tú vas dondequiera que yo voy, amor mío);

 y todo lo que hago 
por mí mismo lo haces tú también, amada mía. 
No temo al destino (pues tú eres mi destino, mi amor) 
no deseo ningún mundo (pues hermosa tú eres mi mundo, mi verdad) 
y tú eres todo lo que una luna siempre ha sido y todo lo que un sol cantará siempre eres tú. 


He aquí el más profundo secreto que nadie conoce (he aquí la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece más alto de lo que un alma puede esperar o una mente puede ocultar) y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas. 
Llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón). 




E.E. Cummings

viernes, 22 de junio de 2012

Dolor

Las lágrimas recorrieron mi cuerpo una vez, y otra, y otra... transpiradas desde bien profundo. Un dolor atacó mi pecho cortándome la respiración. Y mil palabras clavaron como cuchillos sus afiladas puntas en mi cabeza, en mis manos y en mi felicidad. Me duele. Apalean mis pensamientos y mis rodillas ya llenas de muescas. Y el dolor se sucede. Me siento cansada, agotada, atada de pies y manos. Regresar es volver a una cárcel de palabras sin sentido. Incongruencias. Y la ansiedad comprende. Maldita soledad. Estoy aquí sin estar, sin pertenecer a nadie. Y las manchas de rímmel tintan todo mi cuerpo, las puntas de mis dedos y mi barbilla. Y dentro de mí mis ojos cansados lo reflejan. Un pelo, dos pelos, tres pelos. Percibo como algo estruja mi corazón que gotea sangre por dentro. Y siento que disparan a mi cabeza desde todas direcciones. Pobre cerebro cansado de pensar. Y sufro y me duele. Estoy rota por dentro, mis costillas ya no se sostienen. Manchados de disconformidad permanecen mis manos y mis codos. Palabras de mierda, momentos repletos. Duele.





sábado, 9 de junio de 2012

Ahora, en silencio

Ahora permanecimos en silencio. Y tu mano tocó mi pelo, mi barriga, mis codos. Te escucho respirar detrás de mi espalda, luego besaste mi frente. Mi cuerpo delirante va en busca de tu olor. Mis pies descalzos se posan en tu piel. Quisiera desvelarme sobre tu pecho para siempre... Y el tiempo se detuvo y el mundo caminó al revés. Manos que se entrelazan, corazones apretados, almas desgarradas. Siento que te quiero. Un olor embriaga mis sábanas. Y mis dedos recorren tu espalda. Entre cosquilla y cosquilla me enamoré. Manchas de vainilla y chocolate. Eres de verdad. Y dices que me quieres y siento asfixiarme. Porque tatuaste tu amor con tinta invisible en mi pecho, porque escribí palabras invertidas en tus brazos. Beso tus dedos, tus ojos, tu boca. Besas mis costillas, mis pulmones y luego el corazón. Llegaste así, al fondo de mí. Y un profundo éxtasis nos envolvió. Frente a frente hicimos el amor. Mezcla de sudor y saliva. Y aún en silencio. Estás aquí, hoy sigues aquí. Y así yo sé, ciertamente, que eres enteramente para mí y que yo lo seré siempre para ti.











                                                                                            (Para ti, por ser infinitamente maravilloso)

lunes, 19 de marzo de 2012

Estoy aquí

Estoy aquí,en el mundo. En un rinconcito aparentemente oculto, donde el tiempo no se sucede y permanece siempre oscuro. Estoy aqui, en algún lugar del mundo, esperando...






...esperando...

jueves, 16 de febrero de 2012

Cuerpo Docente

Bien sabía él que la iba a echar de menos, pero no hasta qué punto iba a sentirse deshabitado... No ya como un veterano de la nostalgia, sino como un mero aprendiz de la soledad.

es claro, que la civilizada preventiva cordura todo lo entiende y sabe que un holocausto puede ser ardua pero real prueba de amor si no hay permiso para lo imposible,

en cambio al cuerpo c,omo no es razonable sino delirante, al pobrecito cuerpo que no es circunspecto sino imprudente, no le van ni le vienen esos vaivenes. no le importa lo meritorio de su tristeza sino sencillamente su tristeza

al despoblado desértico desvalido cuerpo, le importa el cuerpo ausente o sea le importa el despoblado desértico desvalido cuerpo ausente y si bien el recuerdo enumera con fidelidad los datos más recientes o más nobles, no por eso los suple o los remplaza, más bien les nutre el desconsuelo.

bien sabía él que la iba a echar de menos, lo que no sabía era hasta qué punto su propio cuerpo iba a renegar de la cordura

y sin embargo cuando fue capaz de entender esa dulce blasfemia, supo también que su cuerpo era su único y genuino portavoz.




Mario Benedetti

Buffalo

miércoles, 25 de enero de 2012

Socorro y nadie

Sólo un pájaro negro sobre el pretil cascado,
una línea de sol en la reja de herrumbre.
Azoteas sin rostro, sin mirada, sin nadie.

Estúpido domingo voraz dehabitado.

Ahora se borra el sol definitivamente,
el pájaro se borra y es un vuelo son mágia.
Cómo última señal de vida de la camisa
oreándose en la cuerda, agita enloquecidas
blancas mangas que reclaman socorro pero
abrazan el aire.


Mario Benedetti

martes, 24 de enero de 2012

Ya fue tarde

Distintas sensaciones de una misma verdad. Ella llora nostálgica, él llora porque vio, al fin, la realidad. Ella odia, suplica, ofende. Él, en cambio, exige, victimiza, lucha por recuperar lo que fue suyo ya hace mucho. Soledad. Culpabilidad. Errores, Cuantiosos errores. Pobre ignorancia, maldita inmadurez.

Y el tiempo decidió que ya era tarde. Tarde para el perdón, para la amistad, para el futuro.

Lloran ambos. Porque no habrá vuelta atrás. Ni reconciliación, ni compasión. El tiempo pasó, así, sin más. Harto de idealizar, de esperar.

Hoy los segundos se suceden. Ahora comenzará un nuevo día. Terminará una etapa, comenzará otra. Porque hoy, al fin, ya fue tarde.

miércoles, 11 de enero de 2012

Hoy, existes

Se llenan en mí huecos vacíos. Huecos que no sabía que existían, que se hallaban profundos. Fuiste luz. Un día me viste de forma diferente. Perseveraste. Esperaste.

Y es que cuando sonrío tu me ves. Estas aquí. Hoy, ahora. Preparado para besar mis lágrimas y acariciar mi espalda. Deseando tenerme contigo. Segundo a segundo. Apareciste.

Abrázame. Deseo un achuchón infinito.

Grito para mí, grito lo mucho que me gusta tu risa, las pecas de tu espalda, tu barba algo pelirroja, y tus ojos; verdes unos días, amarillos otros. Y te toco, porque eres realidad. Eres mi presente. Justo a mi lado, mirándome cuando crees que no puedo verte.

Te noto respirar. Detrás de mí. Expectante. Tócame, estoy aquí. Bésame. Porque mi vida hoy está aferrada a él, aferrada a tu cuerpo, a tu olor. A esa forma que tienes de tratarme.

Háblame, hablemos mucho rato. Quiero dormirme escuchándote y levantarme con ganas de saber más de ti.

Sólo tú aprecias todas mis rarezas. Mis locuras, mis defectos. Sólo yo se lo mucho que me fascina lo insignificante de ti. Los pliegues de tu piel, las arrugas de tus codos. Coincidencias, diferencias. Me quieres.

Y es que te encontré y te necesito. Sí. Porque sé con certeza que eres mi cambio. Eres mi ilusión. Eres mi verdad. Eres mi realidad. Y quiero que entiendas, que hoy, te quiero.